Ayer, a primeras horas de la noche, el cielo nos ofreció uno de los espectáculos nocturnos más bonitos que podemos contemplar: un eclipse total de Luna.
Cientos de personas acudieron al parque de Aranzadi (Pamplona) para verlo, acompañados por los miembros de la Agrupación Navarra de Astronomía que instalaron ahí varios telescopios a disposición del público.
El lugar era muy favorable para ver el eclipse, tanto por la ausencia de edificios, como por la moderada iluminación del entorno, además de tratarse de un bonito lugar de estilo campestre.
La salida de la Luna por el horizonte estaba prevista a las 21:30h, pero hubo que esperar un rato, para que cogiera altura, para poder verla. Pero el ambiente era tan bueno en el parque (con cientos de personas entusiasmadas, muchas de ellas tumbadas en la hierba, esperando a ver el evento), que a nadie le importó esperar.
Esperando el eclipse, en la hierba.
Por fin, a las 22:10h aproximadamente, a muy poca altura sobre el horizonte, y muy, muy débil, empezó a verse un tenue disco apenas perceptible, que era la Luna. El motivo de que estuviera tan débil es que en ese momento ya se encontraba totalmente eclipsada por la sombra de la Tierra.
La verdad es que fue un mérito enorme verla en ese momento, pues se encontraba a sólo 6º de altura sobre el horizonte.
Un poco más tarde, conforme pasaban los minutos, la Luna fue cogiendo altura y pasó a verse cada vez mejor; mucho más brillante, con el característico color rojo de los eclipses, y espectacular.
La Luna, en el parque de Aranzadi, eclipsada.
Así, durante mucho rato, todas las personas allí congregadas pudimos disfrutar con emoción del espectáculo de la Luna roja, realmente fascinante y espectacular.
Pero, además, el cielo nos hizo otro regalo: cerca de la Luna (debajo de ella) brillaba muy potente el planeta Marte. Estos días Marte se encuentra más cerca de la Tierra y más brillante que lo habitual, brillando en el cielo con un potente color rojo; curiosamente, el mismo color de la Luna eclipsada.
La Luna (eclipsada) y Marte.
Como hemos dicho, la Agrupación Navarra de Astronomía había instalado ahí varios telescopios a disposición del público. Así que fueron muchas las personas que pudieron contemplar la Luna con telescopio. Y no sólo la Luna, sino también el planeta Marte, y también Saturno, al que se le veían perfectamente los anillos.
Observando con telescopio.
La fase de totalidad del eclipse duró hasta las 23:13h, momento en el cual la Luna empezó a retirarse de la sombra de la Tierra. El borde izquierdo de la Luna empezó a iluminarse, y, así, en los siguientes minutos (durante más de una hora), la parte iluminada fue creciendo poco a poco.
Momento en que termina la totalidad y el lado izquierdo de la Luna empieza a iluminarse.
La zona iluminada va creciendo.
Así, pasada la medianoche, la Luna adquirió su aspecto «normal», redondo, de Luna llena, y (salvo por la fase penumbral que aún persistía, pero que es casi imperceptible) pudimos dar por concluído el eclipse.
En definitiva, la de ayer fue una velada excepcional. Los cientos de personas que nos reunimos en el parque de Aranzadi contemplamos el eclipse con auténtica fascinación y en un ambiente magnífico. La temperatura era buena… el entorno era bonito… y la alegría y la emoción de las personas durante la contemplación del eclipse era palpable. Tanto es así, que no faltaron incluso los cantos y la música en vivo que contribuyeron a dar más alegría, si cabe, a la cósmica velada.
Un eclipse total… TOTAL!!!
¡GRACIAS POR VENIR!
😀 😀 😀