El planeta Júpiter, el más grande del Sistema solar, alcanza estos días la menor distancia a la Tierra, de modo que nos encontramos en la mejor época para su observación. A continuación damos unas instrucciones de cómo observarlo:
A simple vista:
Júpiter (al igual que los planetas Mercurio, Venus, Marte y Saturno) puede verse en el cielo a simple vista sin ninguna dificultad, pues posee un brillo muy potente.
Durante este mes de abril, brillará con una magnitud aproximadamente de -2,5. Es decir, será el astro más brillante del cielo, si exceptuamos el Sol, la Luna y Venus al amanecer.
Cómo localizarlo:
Debido a su potente brillo, no hay dificultad ninguna en localizarlo. El 7 de abril se encuentra «en oposición». Esto quiere decir que en el cielo se encuentra situado en el lado opuesto al Sol. Es decir, que cuando el Sol se pone por el horizonte oeste, Júpiter sale por el horizonte este. Así, en el comienzo de la noche (conforme el Sol va descendiendo por debajo del horizonte) Júpiter va ascendiendo en el cielo nocturno. Conforme va avanzando la noche, se va desplazando del este hacia el oeste, pasando por el sur en la mitad de la noche, hasta meterse por el horizonte oeste en el momento en que sale el Sol por el este.
Es decir, estos días (en torno a la fecha de oposición) Júpiter se ve durante toda la noche.
Y, por cierto, va a estar situado, ahora y en los próximos meses, en la constelación de Virgo, a no mucha distancia de la estrella Spica.
En esta imagen vemos su posición el 7 de abril hacia las diez y media de la noche:
El hecho de que Júpiter esté «en oposición» también conlleva que la distancia de Júpiter a la Tierra es la mínima del año. Es decir, que su brillo tamaño aparente son mayores que en el resto del año.
Conjunciones de Júpiter con la Luna:
Aunque Júpiter estará muy brillante todos los días (hasta el mes de octubre, en que dejará de verse), hay una serie de días en que recomiendo de manera especial mirarlo: los días en que va a estar en conjunción con la Luna. La imagen de ambos astros tan juntos, observada a simple vista, será muy bonita.
En esta imagen vemos cómo se verán la Luna y Júpiter este lunes 10 de abril hacia las once de la noche. La distancia entre ambos será de sólo 2º.
Otras conjunciones muy interesantes de Júpiter con la Luna se van a dar el 7 de mayo y el 3 de junio.
Mirando a Júpiter con prismáticos:
Ya hemos visto que contemplar Júpiter a simple vista no posee ninguna dificultad, pues destaca en el cielo como un punto muy brillante. Pero, ¿Qué podemos ver con unos prismáticos?
Con unos prismáticos veremos Júpiter más brillante, pero no conseguiremos distinguir su forma, salvo que los prismáticos tengan unos aumentos considerables. Para ello necesitamos un telescopio.
Sin embargo, con prismáticos sí es posible distinguir los satélites de Júpiter. Nos referimos a sus cuatro satélites principales, los denominados «galileanos» (porque fueron descubiertos por Galileo en 1610), que son Io, Europa, Ganímedes y Calisto.
Éstos se ven como unas «estrellicas» situadas muy cerca del brillante planeta y en posición alineada. El número de satélites que podamos distinguir dependerá de la calidad y aumentos que tengan los prismáticos, pero es muy probable que podamos distinguir varios. Además, si los miramos en días diferentes, veremos que la posición de éstos respecto a Júpiter va cambiando, pues se mueven alrededor del planeta.
Con telescopio:
Con un telescopio de aficionado ya distinguimos «tamaño» a Júpiter. Lo vemos como un pequeño disco blanco, pudiéndose apreciar que no es un círculo perfecto, sino que está ligeramente achatado por los polos.
Además, podemos ver sus bandas nubosas atravesando el disco del planeta. Veremos más o menos cantidad de bandas en función de la calidad del telescopio, pero, con cualquier telescopio, por pequeño que sea, lo normal es distinguir al menos las dos principales (la banda ecuatorial norte y la banda ecuatorial sur) como dos líneas oscuras paralelas al ecuador.
Respecto a los satélites de Júpiter, con telescopio lo más probable es que veamos los cuatro, pero también puede ocurrir que alguno de ellos esté temporalmente ausente porque se haya escondido detrás de Júpiter, o delante, o porque esté eclipsado por la sombra de éste.
El movimiento de los satélites alrededor del planeta se aprecia en muy poco tiempo, incluso en una misma noche de observación, de modo que no es raro que en nuestras observaciones veamos aparecer o desaparecer algún satélite.
Esto es lo que se denomina «fenómenos de los satélites de Júpiter«, y son muy interesantes y fáciles de observar con telescopio. Los fenómenos que podemos observar son:
– La ocultación de un satélite por detrás de Júpiter (y su posterior reaparición).
– El tránsito de un satélite por delante de Júpiter.
– El tránsito de la sombra de un satélite por delante de Júpiter.
– El eclipse de un satélite al ser oscurecido por la sombra de Júpiter.
Estos fenómenos son bastante frecuentes (todas las noches se da alguno). Es recomendable consultar cuándo se van a producir, para poder observarlos.
Conclusión:
La temporada de Júpiter ha comenzado. Estos días, en torno a su «oposición», son los más propicios para observarlo, pero podremos seguir viéndolo magníficamente en los meses posteriores, incluído todo el verano.
Con telescopio o sin él, no debemos perder la ocasión de contemplar a este planeta gaseoso, que es el más grande y majestuoso del Sistema solar.