El 17 de febrero de 1600, Giordano Bruno fue quemado vivo en la hoguera, en el Campo de’ Fiori en Roma, luego de ocho años de encierro y proceso inquisitorio.
Cuando en diciembre de 1599 la Inquisición finalmente le presentó a Bruno las proposiciones heréticas de las que debía abjurar, el filósofo italiano se negó a arrepentirse de su pensamiento. Bruno fue condenado y sentenciado como “hereje impenitente, pertinaz y obstinado”.
Hoy recordamos a este hombre visionario. Y te contamos aquí solo un par de “infinitas” razones:
Años antes del invento del telescopio, Bruno, un filósofo y fraile dominico nacido en 1548, sostuvo la infinitud del universo, en un momento histórico donde se creía, argumentaba y se hacían cálculos astronómicos considerando siempre que la bóveda celeste era el límite del cosmos.
Bruno se percató de que considerar que el universo posee un límite físico era una conclusión derivada de una percepción errónea, es decir, de creer que el universo termina justo ahí donde termina también el alcance de nuestros sentidos.
“Debe de haber un procedimiento a la hora de pedir testimonio a los sentidos… Es el intelecto el que debe guiarlos y dar razón de las cosas que están alejadas en el tiempo y en el espacio…”
Contra todas las creencias -religiosas, filosóficas y científicas- de la época, Bruno afirmó que el universo es espacialmente infinito y que los astros, poblando todo el espacio, son innumerables. Con convicción, sostuvo que las estrellas de la noche son soles como el nuestro y que existen infinitos soles, cada uno con sus planetas girando alrededor.
“Hay un infinito, es decir, una región etérea inmensa, en la cual existen innumerables e infinitos cuerpos, como la tierra, la luna y el sol, que nosotros llamamos mundos…”
Este filósofo fue el primer defensor realista de las tesis copernicanas: proclamó los movimientos terrestres y la centralidad del sol. Sin embargo, Bruno fue mucho más allá que Copérnico, pues el polaco aún con su visión cosmológica revolucionaria, mantuvo la concepción de un límite universal.
No obstante, Bruno rompe con la idea del límite y sostiene que considerar a nuestro sol el centro del cosmos es prácticamente un sinsentido: en la infinitud espacial todos los soles son centros relativos.
“Podemos afirmar con certidumbre que el universo es todo él centro o que el centro del universo está en todas partes y que la circunferencia no existe…”
Bruno expuso su visión del cosmos en varias de sus obras, principalmente, en tres diálogos italianos: La cena de las cenizas; De la causa, principio y uno; Sobre el infinito universo y los mundos.
Si quieres conocer más sobre las fascinantes tesis cosmológicas de Giordano Bruno, te animamos a leer su diálogos. ¡Te llevarás una grata sorpresa!
Me encantó. Muy violenta su forma de morir. Pero eso demuestra que era fiel a sus creencias, pensamientos, conocimientos… a sí mismo. Valiente Bruno.
Muy interesante. Me anima, sin duda, a leer sus Diálogos. Felicidades, Diana.
Entender los pensamientos de Giordano no ha de ser fácil. Me gusta el tono en el que hablas porque entiendo todo y hasta me quedé intrigado, con ganas de seguir escuchando más de él.
No hay ninguna prueba de tal historia. Solo una carta aparecida en un libro antiguo, 200 años después. Es uno de los innumerables bulos inventados por los enemigos de la Iglesia para desprestigiarla. Por otra parte, el universo es finito. El infinito, así como la nada, son concepciones mentales para tratar de explicar lo inexplicable. No existen y por tanto,tales propuestas son incompatibles con la ciencia basada en la experimentacion y la demostración empírica.
Claro, es que la Iglesia no quemaba a nadie. Bruno no estaba muerto, estaba tomando cañas.
El finito, el límite, también son concepciones mentales indemostrables e imperceptibles para compensar la ausencia de conocimiento y la imposibilidad de transcender los sentidos y la percepción limitada derivada de ellos. En cierto modo, el límite es la consecuencia de la paradoja de la limitación de nuestros sentidos. De ilusión a ilusión, per secula seculorum.
Aristóteles pensaba que el Universo tenía límites, más allá de los cuales no había nada, ni siquiera vacío.
Pero probablemente la posición más racional sea la expuesta por Immanuel Kant en la «Crítica de la razón pura»: los límites del Universo no se dan en la experiencia; por lo tanto, no podemos afirmar que el Universo sea limitado, es decir, finito. Ahora bien, tampoco podemos afirmar que sea infinito, porque eso sería adelantar miembros de la cadena cósmica (la cadena de causas y efectos) que no hemos percibido. En definitiva, no sabemos si el Universo es finito o infinito.
Ya que alude usted a la demostración empírica, sería interesante que nos contará qué piensa de dios.
La fe (especialmente católica) y la concepción de un Dios creador (como el de la trinidad y sus mitos), son concepciones mentales que promulgan los religiosos para negar explicaciones y teorías científicas concretas, reales y comprobadas de la ciencia sobre el universo y su creación.
Por otro lado la iglesia católica es la organización religiosa mas tirana, sanguinaria y despreciable de la tierra. Los hechos históricos lo comprueban. Sus palabras están dentro de la esfera de ignorancia creado hace cientos de años por «la gran ramera»
A lo largo de la historia, la iglesia católica ha condenado y dado muerte a todo aquel que piensa. Es responsable de innumerables crímenes y del estancamiento de la ciencia .
La iglesia católica siempre ha perseguido, condenado y asesinado a todos lps que se atreven a pensar diferente a ella. Es responsable del estancamiento de la ciencia.
al contrario, el estancamiento de la ciencia es debido a gente que piensa como tu
La iglesia católica proclama ser la institución que custodia la palabra Dios niega el mensaje de la Biblia con sus acciones. Su mensaje es incoherente con su praxis.
por que mienten, giordano bruno murió en paz en su casa de anciano